Una de las heladerías más de moda en la capital italiana es La Romana: helado delicioso, cremoso, sabores tradicionales, combinaciones originales, personal encantador, local muy bonito… Son algunos de los elogios que le dedican sus incondicionales.

Creada en Rimini hace ya medio siglo, la heladería La Romana se ha extendido por toda Italia y parte del extranjero, presumiendo de ofrecer un helado artesano de calidad cuya mezcla base se sigue preparando en la sede central. Cada punto de venta cuenta con su propio obrador en el que se añade fruta fresca, leche bio o nata montada a mano para obtener un helado cremoso y muy sabroso.

En Roma tenemos tres puntos de venta, aunque mi preferido está en la esquina de Via XX Settembre con Via Piave. Es un local amplio, luminoso y muy cuidado, del que habitualmente sale una cola de gente esperando su turno.

Los helados están en contenedores cubiertos y en la pared hay una lista con los sabores disponibles: ricotta con higos y caramelo, pesto de avellanas, stracciatella grand cru, crema de 1947, chocolate negro… Y la posibilidad de rellenar el cono con chocolate líquido a la gianduia o blanco. Como en todas las heladerías italianas, ofrecen la opción de añadir un poco de nata montada al final que, aquí puede ser nata normal, nata al café o nata al cacao.

Los precios por ahora están en la media, desde 2€ el más pequeño que, a mí por lo menos me llega de sobra. Si queréis más, podéis optar por sus batidos, tartas, yogur helado e incluso crepes.

Mi recomendación: si os gustan las avellanas, probad el pesto di nocciola, y por supuesto, con el cono relleno de chocolate.

La Romana

Via XX Settembre 60 00187