Hoy os voy a hablar de un sitio que es una joyita, así que ya podéis apuntarlo en vuestras agendas porque seguro que os resulta útil si venís a Roma.

Se trata del Barnum Café, un local comodín pequeñito y original al lado de Campo de’ Fiori. ¿Por qué comodín? Porque se adapta un poco a todo. Podéis desayunar un cappuccino y un muffin, hacer una comida rápida eligiendo alguno de los platos de su buffet (ensaladas, cous cous, etc.) e incluso podéis pasar a tomar una copa por la noche. Por cierto, no os perdáis sus “centrifughe” (licuados de fruta y/o verduras), deliciosos. Además los precios son muy normales, teniendo en cuenta la ubicación.

El nombre y la decoración de este sitio vienen del famoso empresario circense P.T. Barnum. Una trapecista de cartón se descuelga del techo, bombillas desnudas, muebles dispares y un ambiente internacional y muy acogedor. Aquí encontraréis sobre todo gente joven, algunos con el portátil a cuestas ya que tienen wifi a disposición de los clientes.

Las cosas han cambiado mucho desde la primera vez que decidí probar una versión romana del famoso aperitivo milanés. La capital italiana parece finalmente rendirse a esta fantástica costumbre ideada por sus vecinos del norte, y los que vivimos aquí lo agradecemos.