Un tipo de transporte que goza de una cierta popularidad en Roma es el NCC, siglas de “noleggio con conducente” o, lo que es lo mismo, alquiler con conductor. Lo usan mucho las empresas para recoger a empleados o clientes, pero también es una buena opción para ir desde uno de los aeropuertos de Roma hasta tu destino y viceversa.

Encontrar un restaurante en el centro donde sirvan comida decente sin tener que empeñar un riñón no es tarea fácil, créeme. Por eso guardo la dirección de este sitio como oro en paño.

Recibo muchas consultas en las que los lectores me preguntan cuál es la mejor zona de Roma para alojarse. Y para dar una respuesta suelo tener en cuenta la duración del viaje, cuánto quieres gastar y lo que quieres ver y hacer.

El tren ha tenido siempre para mí un cierto atractivo que no le encuentro a otros medios de transporte y quizás por eso me alegro tanto cuando tengo la oportunidad de usarlo para desplazarme, aunque sólo sea en tramos urbanos como los que existen en Roma. Y es que, además del metro, autobus y tranvía, los romanos tienen a su disposición una pequeña red ferroviaria que cubre algunas zonas del centro y sobre todo, comunica con las afueras de la capital y con otros ayuntamientos más o menos lejanos.